Hay novatos como Derrick Rose y Kevin Durant quienes hicieron ver demasiado fácil el paso de la universidad a la NBA. Ellos cambiaron de lugar y uniforme, pero mantuvieron la postura y la misma confianza. Dieron un paso hacia un reflector nuevo y más grande, pero siempre encontraron la manera de brillar más que cualquiera dentro de la cancha.
Para este tipo de jugadores no existió el llamado período de transición. Sin embargo, hay otros que encuentran mucho más desafiante esa adaptación. Les toma tiempo aprender el nuevo sistema de juego y sus nuevos compañeros de equipo, de mirar si en verdad encajan y el ver cómo pueden contribuir. Pero después de dos o tres temporadas en las que ya se mojaron los pies, les llegó el momento de lanzarse a la piscina y producir un gran chapuzón.
Acá les mostramos algunos jugadores de las promociones 2007 y 2008 del draft, quienes después de haber tenido oportunidades sólidas para brillar deben elevar mucho su juego y su producción:
• Michael Beasley: Llegó el momento para que la segunda elección del draft del 2008 deje atrás todos sus problemas fuera de la cancha y demuestre que puede trabajar todas las noches como un verdadero profesional. Nadie le cuestiona su habilidad para anotar o de ir a luchar por los rebotes, únicamente se le pide que haga estas cosas de manera constante. En sus primeras dos temporadas tuvo demasiados partidos en los que anotó más de 20 puntos y al siguiente choque ni siquiera apareció. Es una de las razones por las que Pat Riley estaba renuente de elegirlo en una posición tan alta en la lotería. Ahora tiene un nuevo comienzo en Minnesota y le puede dar a los Timberwolves una buena dupla en el frente de ataque junto Love, claro, si es que logra concentrarse en hacer bien su trabajo.
• Greg Oden: El hombre grande de los Blazers ha demostrado que puede ser muy bueno bajo los tableros y la presencia en el poste bajo que Portland quería cuando lo eligieron en el primer lugar del draft del 2007. Pero entrando a su cuarta campaña en la NBA, él debe encontrar la manera de mantenerse dentro de la cancha. Ha jugado hasta ahora el equivalente de una sola temporada -- 82 partidos -- ahora regresa tras una fractura en su rótula izquierda el pasado mes de diciembre. Sabiendo que la segunda elección de su clase, Kevin Durant, ya ganó un título como máximo anotador de la liga, llevó a su equipo a los playoffs y se convirtió en la pieza clave del Equipo de Estados Unidos, le llegó el momento a Oden para demostrar todo lo que tiene.
• Marreese Speights: Ahora que Samuel Dalembert ha sido enviado al oeste para Sacramento, el hombre salido de la Universidad de Florida puede obtener la oportunidad de mantenerse en medio de la alienación de los Sixers. Antes de una torcedura en la rodilla izquierda que lo sacó de la rotación en noviembre la temporada pasada, Speights había mostrado que podía anotar, tomar rebotes y lanzar la pelota con eficiencia. Pero fue su ancha cintura, su falta de velocidad y presencia defensiva lo que evitó que promediara más de 16 minutos por partido. Al nuevo entrenador Doug Collins le gustaría sacar ventajas de las cosas que Speights puede hacer en la ofensiva, pero solamente si puede detener a sus rivales al otro lado de la cancha.
• Yi Jianlian: Ahora que juega para su tercer equipo en la NBA siendo esta su cuarta temporada en la liga, la sexta elección del draft del 2007 aún trata de llevar a cuestas el haber sido elegido tan alto en la lotería y el hecho de ser el segundo mejor jugador salido de China tras Yao Ming. Yi tiene todas las herramientas físicas para tener éxito, pero no tiene ni de cerca la misma ética de trabajo de Yao. Nunca fue feliz de haber sido elegido por Milwaukee y se mostró complacido de ir a New Jersey. Luego todo fue culpa de Lawrence Frank, en ese entonces el entrenador de los Nets, por no haberlo hecho despegar definitivamente. Terminó la temporada promediando 12 puntos y 7,2 rebotes para el peor conjunto de la liga, mostrando destellos de lo que es capaz de hacer. Ahora va hacia Washington para jugar junto a Gilbert Arenas y John Wall. Pero debe dejar atrás ese sentimiento de dar por hecho todo lo que piensa.
• Julian Wright: Después de esperar dos años para que rindiera y tomara el toro por los cuernos, los Hornets fueron al campo de entrenamiento hace un año con Wright ubicado como su delantero pequeño titular, esperando que su confianza subiera un poco. Ese plan no funcionó, pues la decimotercera elección del draft del 2007 anotó doble figuras una sola vez en sus primeros siete encuentros y rápidamente regresó a la banca. De hecho, Wright solamente volvió a conseguir doble figuras hasta el 10 de marzo pasado. Al final de su tercera temporada en la NBA, a los Hornets se les acabaron las esperanzas con la llegada al banquillo del entrenador Monty Williams, razón por la que Wright fue intercambiado a Toronto por Marco Belinelli.
• Brandon Rush: Después de haber estado fuera de las canchas los primeros cinco partidos por pagar su suspensión y haber violado la política antidrogas, Rush tendrá que regresar al campo de juego y demostrar que puede mantener su cabeza en el juego en el baloncesto, en vez de tenerlo en una nube de humo. La estrella salida de Kansas y elegido número 13 en el draft del 2008 ha estado muy poco inspirado en su juego y su comportamiento en sus primeras dos temporadas en la NBA. El entrenador Jim O'Brien lo colocó en la alineación titular durante 64 partidos la temporada pasada y Rush produjo apenas 9,4 puntos por partido mientras acertaba el 42,3 por ciento desde el campo. En ocasiones se ve perdido y desinteresado y pocas veces se vio como el hombre determinante que lideró a los Jayhawks al campeonato nacional en su última campaña nacional. Con una gran abundancia de jugadores que juegan en la banda -- Mike Dunleavy, Dahntay Jones y Paul George – es muy posible que Rush se deba reestablecer como una potencial figura en otra ciudad si los Pacers deciden intercambiarlo.
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