LOS ANGELES (AFP) - El ex lanzador dominicano José
Lima, un ganador de 20 juegos en una temporada y varias veces All-Star
en 13 campañas en las Grandes Ligas del béisbol norteamericano, falleció
repentinamente el domingo a los 37 años de un infarto fulminante,
informó el equipo Dodgers de Los Angeles.
Lima, que ganó 13 juegos
con los Dodgers en el 2004, falleció mientras dormía, en la madrugada
del domingo, según reveló su esposa Dorca Astacio al sitio
ESPNdeportes.com.
"José se quejó mientras dormía, pensaba que
tenía una pesadilla. Llamé a los paramédicos, pero no pudieron hacer
nada", dijo Astacio.
Poco después los Dodgers confirmaron la
noticia, y su propietario, Frank McCourt, calificó a Lima como "una
personalidad exuberante y cariñosa".
"Tenía la capacidad de
iluminar una habitación, y eso es exactamente lo que hizo cada vez que
lo vi", dijo McCourt en un comunicado el domingo.
"Era un hombre
lleno de vida, sin aparentes problemas físicos y muchos planes y
proyectos en su agenda", añadió su esposa.
Lima dirigía en la
actualidad una academia de béisbol que había fundado recientemente para
niños y jóvenes de Los Angeles.
Reconocido por su carisma y
entrega en el terreno, Lima era todo un espectáculo en el montículo, por
lo que la prensa estadounidense le bautizó en sus días como "Lima
Time".
El pitcher dominicano tuvo su mejor momento en 1999, con
los Astros de Houston, a los que guió al título de la División Central
de la Liga Nacional, tras una temporada de 21 triunfos y 10 derrotas en
35 aperturas, y efectvidad de 3,58.
En trece zafras en las Mayores
dejó balance de 89-102 y 5,26 carreras limpias por juego con los
uniformes de Detroit, Houston, Kansas City, Dodgers de Los Angeles y
Mets de Nueva York. También jugó en las Ligas profesionales de su natal
República Dominicana, Corea del Sur, Japón y México.
Su última
aparición en Grandes Ligas fue en la temporada 2006, siendo despedido
por los Mets tras cosechar marca de 0-4.
Varios de sus compañeros,
como su compatriota Guillermo Mota, le recuerdan por su alegría y
facilidad para congeniar con los aficionados.
"El estaría firmando
autógrafos todo el tiempo y preguntándole a los niños: '¿Qué hora es?' y
ellos le responderían "¡Lima Time!". Lo puedo ver ahora mismo", dijo
Mota, hoy relevista de los Gigantes de San Francisco.
"Tenía tanta
energía. Solía jugar a la pelota con él y me estaba riendo en cada
lanzamiento", añadió
