Concentrados
en encontrar la fórmula que les extienda la temporada más allá del
jueves, y algo parcos con la prensa, los jugadores de Oklahoma City
Thunder saldrán a buscar la victoria ante Miami Heat en el quinto
partido de la final por el título de la NBA.
En 62 años de historia de las finales de la NBA, ningún equipo ha podido sacarse de encima la maldición del 3-1. Desde 1950 a la fecha, ninguna franquicia ha podido ganar tres juegos consecutivos para revertir la tendencia.
"Definitivamente estamos abajo. Nuestra espalda está contra la pared, pero ésto no ha terminado", aseguró Brooks, quien guió al Thunder a la priemra final de su historia.
"Todavía tenemos vivo el fuego de la lucha. Sólo vamos a tener que jugar mañana por la noche con la urgencia de ganar. Creo que nuestros chicos entienden el momento", añadió.
"Es ganar o se terminó la temporada", concluyó el preparador, quien reconoció que su equipo tiene la tarea más difícil que cuando revirtió un 0-2 en la serie contra San Antonio Spurs por la final de la Conferencia Oeste.
El equipo de OKC ha descansado en esta serie en sus dos caballos de batalla, Kevin Durant y Russell Westbrook, tercer y sexto mejor anotadores de los playoffs, con 28,3 y 23 puntos per cápita por juego.
En el cuarto partido de la noche del martes, ganado por Miami 104-98, Westbrook y Durant anotaron todos los 23 puntos de OKC en el último parcial, y el primero tuvo una actuación extraordinaria de 43 cartones, la cifra más alta de su carrera.
"Estuvimos abajo 0-2 ante San Antonio y todo el mundo decía que todo había terminado entonces, y ganamos", expresó Durant. "Pero ya eso es historia vieja. Se trata de una nueva serie y tenemos que estar dispuestos a venir aquí y tratar de ganar el quinto juego mañana".
Durant llamó a sus compañeros a concentrarse y a prestar atención "a los pequeños detalles" del partido, algunos tan simples como tratar de frenar a un señor llamado LeBron James.
Los Thunder saben que el 'King' James está con las baterías casi agotadas, sufriendo de calambres como en el último partido el martes, luego de estar remolcando al Heat a lo largo de todos los playoffs, en series extremadamente cerradas ante Indiana Pacers (4-2) y Boston Celtics (4-3).
"No es un sólo jugador al que debemos presionar, es a todo un equipo. Todo es cuestión de seguir compitiendo hasta que suene el silbato final, y regresar la serie a casa", aseguró Durant.
Durant, líder canastero de las últimas tres temporadas regulares de la NBA, es el tercer mejor anotador de los playoffs, detrás de James (30,5) y Kobe Bryant (30), cuyos equipo Los Angeles Lakers quedó eliminado.
Otro 'pequeño detalle' que Durant parece olvidar es que el Heat aprendió a pagarle a Thunder con la misma moneda que le pasaron en el primer partido: viniendo de atrás el martes para remontar 17 puntos y ganar el cuarto choque de esta serie.
"Creo que nuestros chicos entienden el momento, todos entendemos donde estamos. Es ganar o que mañana termine la temporada", asegruó Brooks.
Kevin Durant, de Oklahoma Thunder, busca cerrar el paso de LeBron James de los Miami Heat, que quiere jugar el balón. Erik Spoelstra y Scott Brooks, técnicos del Miami Heat y Oklahoma City Thunder que se disputan la final de la NBA, auguraron un reñido quinto partido de la serie el jueves, cuando se decidirá el futuro de ambos equipos.


0 comentarios:
Publicar un comentario