Prigioni acaricia la NBA a los 35 años: los Knicks lo
invitaron a Nueva York porque quieren un base maduro. Se reunió con el
general manager y hasta cenó con el técnico. Una chance única.
Como
cualquier turista, paseó un rato largo por Manhattan y luego frenó
frente al Madison, pero Pablo Prigioni no fue a Nueva York de
vacaciones: los Knicks lo invitaron dos días a la ciudad porque les
interesa sumarlo a su plantel. El base de la Selección tiene 35 años y
lleva 13 en la liga de España, donde se hizo un lugar entre los mejores,
así que la NBA asoma como la chance perfecta para ponerle un cierre de
lujo a su carrera. En la reunión le contaron que buscan un jugador
maduro para acompañar al explosivo Jeremy Lin en la conducción del
equipo. Ahora espera que sus agentes reciban una oferta concreta.
Prigioni
viajó el domingo de Alicante a Nueva York, el lunes se juntó con el
general manager Glen Grunwald y más tarde compartió una cena con el
técnico Mike Woodson, que le habló de los planes para la próxima
temporada. El cordobés había tenido un primer contacto con los Knicks en
el 2009, pero en ese momento apareció el Real Madrid y la opción de
Estados Unidos quedó en segundo plano. En el 2008 lo habían llamado los
Rockets de Luis Scola para conocer sus pretensiones. En el básquet
español ganaba más… Esta vez lo tienta en serio la posibilidad de la NBA
aunque Caja Laboral le haya manifestado su intención de renovarle el
contrato.
Los
Knicks necesitan un base después de una temporada con problemas. Aunque
al final la pegaron con Lin, un descendiente de taiwaneses que
sorprendió a todos con apenas 23 años, terminaron séptimos en el Este
(36-30) y en la primera ronda de los playoffs cayeron ante Miami (4-1).
Por eso tratan de conseguir un armador de juego para que Carmelo
Anthony, Amare Stoudemire y Tyson Chandler produzcan más. Para ocupar el
puesto también suena el nombre de Steve Nash (38) pero de entrada
apuntaron hacia otro lado. Prigioni tiene ganas de meterse en el
Madison. Y no como turista…
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