Se volverán a reunir esta semana Jugadores y propietarios se ponen las pilas para solucionar el conflicto

• La proximidad de los campus de pretemporada, que deberían comenzar la semana que viene, ha disparado las alarmas en la NBA, que quiere solucionar el conflicto cuanto antes.

• El límite salarial es el punto clave de la negociación, después de que los jugadores aceptaran rebajar su porcentaje de los ingresos relacionados con el baloncesto (BRI) en la última reunión.

Las prisas comienzan a aparecer en los despachos de las franquicias de la NBA. La proximidad de los campus de verano, que deberían comenzar en una o dos semanas, ha disparado las alarmas en todos los clubes que no quieren ver como el conflicto laboral se alarga más de lo necesario, dejándoles sin temporada. O lo que es lo mismo, sin ingresos.

Después de que en la última reunión ambas partes parecían más alejadas que nunca, tanto jugadores como propietarios ven como se les echa el tiempo encima y quieren intentar buscar una solución cuanto antes. Por eso, según ‘ESPN’, los dueños de los equipos y el sindicato de jugadores ya se han puesto en contacto para acordar una nueva reunión antes de que comiencen los entrenamientos. Las dos partes han acordado volver a verse en Nueva York antes de que finalice esta semana.

A contrarreloj, sindicato y propietarios deben seguir negociando para alcanzar un nuevo convenio colectivo. Un acuerdo en el que, aunque parezca lo contrario, ya se ha avanzado y se han firmado varios puntos de común acuerdo. Sin embargo, los jugadores, que ya se han rebajado su porcentaje de los ingresos relacionados con el baloncesto, no están dispuestos a hacer más concesiones sin una muestra de buena voluntad por parte de los empresarios. Y menos aún, en lo que al límite salarial se refiere.

Mientras que los propietarios buscan un marco de contratación más estricto con un límite salarial más duro que el existente hasta ahora, los jugadores buscan un límite más blando y flexible que les permita negociar sus contratos con mayor libertad. Un punto en el que ninguna de las partes quiere ceder, pues como dice Billy Hunter, director ejecutivo del sindicato, “se trata de una cuestión de sangre”.