Como
se esperaba, la reunión no provocó ningún avance en el conflicto
laboral generado por la falta de acuerdo para la firma de un nuevo
convenio colectivo y que desde el pasado 1 de julio los propietarios de
los equipos de la NBA establecieran de forma unilateral el cierre de
actividades en todas sus organizaciones.Varias fuentes cercanas a la
liga y al sindicato de jugadores dijeron que el panorama se presentó más
sombrío cuando Stern le dijo a Hunter que la posición de los dueños en
cuanto a los ingresos que deben recibir los jugadores de la liga en el
nuevo convenio tendrá que estar por debajo del 50 por ciento.En el
pasado convenio los ingresos que recibían los jugadores fueron del 57
por ciento y los profesionales a través del sindicato habían accedido a
ceder como mucho hasta el 54 en el nuevo convenio.Los jugadores estaban
dispuesto a conseguir que los dueños pudiesen eliminar los 300 millones
de dólares de pérdidas que habían tenido la pasada temporada, pero
dejando una figura jurídica en la que se les permitiera a los
profesionales tener compensaciones si los ingresos y las ganancias de la
liga se incrementaban.Siempre de acuerdo a las fuentes anónimas, dado
que ambas partes tienen establecida la ley del silencio sobre lo tratado
en las reuniones, no establecieron una nueva fecha para una nueva
reunión, aunque acordaron que estarían en contacto para poder determinar
si es posible verse la próxima semana.Aunque se llegase a un acuerdo la
próxima semana, los trabajos para cerrar un nuevo convenio colectivo
les llevaría a ambas partes como mínimo 15 días de trabajo, lo que
significa que los campos de entrenamiento ya no podrán comenzar el
próximo 3 de octubre como estaban programados.Antes, además, tendría que
abrirse el periodo de los agentes libre que pueden ser contratados por
los equipos, lo que presenta un cuadro poco optimista en cuanto a la
posibilidad de que la competición oficial se pueda iniciar el primero de
noviembre, tal y como está programado.Stern admitió al concluir la
reunión que "el calendario no es nuestro amigo" y cuando se le preguntó
si todavía pensaba que se podría mantener la competición oficial la
próxima temporada afirmó: "Simplemente no lo sé, no conozco la
respuesta".El presidente del sindicato de jugadores, Derek Fisher, de
Los Ángeles Lakers, mostró el mismo pesimismo que Stern cuando le tocó
dar su opinión sobre lo que se espera durante las próximas semanas."No
tengo control de esa parte de logística porque pertenece al comisionado
Stern y a su asistente Adam Silver, que serán los que tengan que
responder la pregunta", declaró Fisher. "No voy a entrar en valoraciones
sobre ese aspecto, pero está claro que el calendario no es nuestro
amigo".Stern adelantó que mañana, viernes, se iba a reunir el comité de
relaciones laborales con los dueños para hablar del asunto, mientras que
Fisher reiteró que la situación no ha cambiado con relación a lo
sucedido el pasado jueves, pero seguirán trabajando.
Continúa la crisis en la NBA: aplazaron los campos de entrenamiento
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