Reconvertido en estrella de los playgrounds, KD dijo
que se definirá “cuando empiece octubre”. De paso, hundió 44 puntos en
la Goodman League. “Es una manera de ganarse el respeto”, asegura.
“Quiero jugar”, afirmó Kevin Durant
este sábado, después de sus 44 puntos y de entregar una asistencia
ganadora en la última jugada del encuentro que disputó en la Goodman
League, que se disputa en Washington.
No le importó el sofocante calor que hacía en el gimnasio de la Spingarm High School,
pero sí el hecho de que la mayoría del público que asistió a ver el
encuentro no podría pagar los cientos (o miles) de dólares que puede
costar una posición tan privilegiada en el Verizon Center –el estadio donde juegan los Oklahoma Thunder.
“Lo
hago para todos los que no tienen muchas chances de verme jugar tan
seguido. Quiero quebrar las barreras. Muchos jugadores de la NBA no lo
hacen tan seguido como yo lo estoy haciendo ahora. Vienen y juegan un
par de partidos, pero yo lo hago a lo largo de todo el verano, porque
quiero acercarme a la gente, mostrarles que soy regular”, explicó Durant al finalizar la calurosa jornada.
El MVP del último Mundial FIBA
ganó buena parte de su reputación local jugando en esta competencia a
los 16 años. Pero aun después de haberse establecido como una
superestrella –firmó un contrato por US$ 85 millones-, de su
consagratoria actuación en Turquía y de jugar mano a mano contra rivales de la talla de Kobe Bryant –o el mismísimo Barack Obama-, KD sigue bajando al llano para mostrarse en los barrios.
La Goodman League de Barry Farm –reconocido como el primer asentamiento afroamericano de Washington-, el mítico Rucker Park de Harlem, en Nueva York, o la Drew League de Compton, en California,
han sido algunas de sus estaciones en esta gira -que también incluyó
eventos de promoción en China y las Filipinas-, dada la inactividad de
la selección de Mike Krzyzewski. “Me gusta mostrar mi juego en todos los barrios. Es una manera de ganarse el respeto”, sintetiza Durant.
Ahora
bien, a la hora de pensar en términos de su carrera profesional, las
definiciones empiezan a ser más serias. Con el lockout en una situación
sin salida a la vista, KD ha señalado una fecha límite para decidir si
va a jugar una temporada fuera de Estados Unidos o no.
“Creo
que será cuando empiece octubre. No quiero hacerlo antes porque puedo
quedar atado a algo, sabiendo que vamos a jugar. Quiero mantener mis
opciones abiertas”, analizó.
Cuando le preguntaron sobre Turquía como primera opción, explicó la situación actual de las negociaciones: “Mi
agente está hablando con esos tipos, pero la verdad es que no se
realmente de qué se trata. Él va a hablar en los próximos días, me
mantendrá al tanto. Ahora estoy tratando de ser mejor jugador y luego
veremos qué pasa”.
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