Cuando el 25/9 empiece la temporada con el Girona, el
que fuera tres veces MVP de la ACB tendrá 45 años y 2 meses. Un grande
del básquet europeo que tiene su fórmula para seguir en forma.
-Lleva 23 años seguidos en la élite y a los 45 ha decidido seguir uno más. ¿Dónde está su secreto?
En que no tengo problemas físicos y mantengo la ilusión por jugar, pero lo importante es entrenar duro, cocinar, comer bien, dormir la siesta y tener mucho sexo.
-Su nuevo equipo, el Girona, le
ofreció la posibilidad de fichar por dos temporadas, ¿por qué eligió sólo una?
Porque la próxima temporada me iré a la NBA (sonríe). No sé qué pasará
de aquí a un año. Cuando lleguemos al verano próximo, ya lo veremos.
-¿Se va a retirar?
No lo he pensado. Lo que me motiva cada día es ser capaz de entrenar;
es el hecho de estar aquí, haciendo lo que amo. Sabiendo que hay otros trabajos
fuera mucho más duros que este y en los que pasas muchas más horas. Para mí es
divertido y continuaré jugando hasta que no me divierta o me digan que ya estoy
viejo para seguir con esto.
¿Cree usted en Dios?
Por supuesto, sin él no estaría aquí. Además le pido cada día a que me
dé fuerzas para salir a la cancha y que me permita empujar, correr, saltar y
ayudar a mis compañeros en los partidos como sea.
-¿Es cierto que es un buen
cocinero, pero muy estricto en sus comidas?
He recibido clases y me encanta cocinar para los demás. A nivel
personal nunca he seguido ninguna dieta. Se trata de comer bien o, si se puede,
muy bien. Sólo cosas que te sentarán bien. Nada de fritos, hamburguesas y
pizzas; todo eso es malo. Los jugadores hacemos dinero con nuestro cuerpo y
tenemos que cuidarlo.
Fuente: AS.com


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