Concluyó con rotundo éxito el quinto torneo de la Liga Nacional de Baloncesto (LNB) antigua LIDOBA
y se puede decir que en su primer año, luego de la reingeniería que
fuera objeto esta todavía incipiente liga, el éxito le sonrió.
Organización
coherente, puntualidad a la hora de comenzar los partidos, respeto al
fanático en sentido general por parte de los equipos, incluyendo en el
competitivo.
Creo
que todos hicieron grandes esfuerzos por presentar una digna
competencia y pusieron a disposición del público un digno espectáculo.
Sin
embargo deben evaluarse algunos aspectos de orden organizativo que
parecen exiguo uno y fuera de orden otros, pero que sin embargo
mejorarlos no creo que sea difícil y pienso también que se caerán de la
mata para futuras contienda.
Por
ejemplo el calendario de juego debe no solo ampliarse, sino también
procurar que en cada sede por lo menos se jueguen dos partidos en la
semana.
En
cuanto al reglamento disciplinario hay varios aspectos que deben
revisarse, ya que algunos contradicen las reglas del deporte del aro y
el balón aprobadas por la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA).
Por
ejemplo debe definirse bien claro que cuando en una sede algún
desaprensivo, que los hay en todas parte, lance un objeto al tabloncillo
no debe penalizarse con una falta técnica, ya que determinar si fue un
fanático del patio o un visitante en algunos casos se complica. Sí,
porque existe la posibilidad que uno o más fanáticos contrarios a la
sede se infiltren en el lado en donde está el grueso de seguidores del
equipo local y hábilmente lance un objeto con la finalidad de
perjudicarle.
Lo gravoso es que esa dichosa medida puede decidir el resultado final de un partido cerrado, por ejemplo.
Lo
de los tamborones sigo creyendo que lejos de sumarle, le resta al
espectáculo, ya que más que música lo que provocan es ruido estridente y
fuera de control, con el agravante que, para mi, una miel que atrae el
tigueraje desenfrenado.
También
debe definirse el asunto de los ruidos con la pelota en movimiento, ya
que solo vimos que la dirección técnica fue severa para aplicarla en Santiago y una que otras veces en Puerto Plata. Estoy juzgando por lo que vi en el Circuito Norte.
Por ejemplo en Santiago
en el primer partido de la final del circuito se cantó una falta
técnica porque la bocina interna estaba cumpliendo con compromisos
comerciales previamente establecidos por el equipo Metros, lo
peor es que se cantó la jugada porque el sub-director técnico irrumpió
al tabloncillo y le ordenó a los árbitros que tomaran la acción.
Creemos
también que debe establecerse una clara política de precios de entradas
a las distintas sedes, ya que algunas lejos de atraer lo que hizo fue
ahuyentar al fanático.
Podríamos
citar otros aspectos que deben ser corregidos, sin embargo nos
limitaremos por ahora a esos aspectos, los cuales tocamos a modo de
sugerencia, siempre procurando el crecimiento de la liga, convencidos de
que ese es un evento que debemos ayudar a crecer.
Por: Rafael Fellito Ortiz.
cortesia de :melvynlopez.com
