Jackson censuró las declaraciones de Gilbert llamando "cobarde" y "traidor" a James después que éste anunciara el jueves que se uniría al Miami Heat, abandonando a los Cavs, equipo con el que debutó en la NBA y jugó por siete temporadas.
"Habla como propietario de LeBron y no el propietario de los Cleveland Cavaliers", dijo Jackson en un comunicado de su grupo de derechos civiles, con sede en Chicago, Rainbow PUSH Coalition. "Sus sentimientos sobre la traición personifican una mentalidad esclavista".
"El (Gilbert) ve a LeBron como un esclavo fugitivo", señaló Jackson. "Se trata de una relación laboral entre dueño y empleado -entre socios comerciales- y LeBron honró su contrato".
Jackson dijo que los comentarios de Gilbert fueron un ataque a todos los jugadores de la NBA, y que esas palabras deben ser impugnadas por la Liga y el Sindicato de Jugadores.
James, de 25 años, era la joya más importante de un mercado de agentes libres que este verano (boreal) explotó con valiosos jugadores como sus nuevos compañeros en el Heat, Dwayne Wade y Chris Bosh.
El anuncio de James irritó a los aficionados de Cleveland, sorprendió a los de otros lugares del país, y llenó de regocijo a la fanaticada de Miami, que el viernes le dio a sus 'Tres Reyes Magos' un recibimiento de heroes al rescate de la ciudad.
LeBron dio a conocer su nuevo destino en un programa de una hora denominado por ESPN "La Decisión", y que según la agencia Nielsen fue visto por 9,95 millones de personas.
Eso lo convirtió en el tercer programa más visto de la televisión por cable en 2010, aunque las cifras palidecen en comparación con los 28 millones de personas que según Nielsen vieron el séptimo juego de la final de la NBA, en el que Kobe Bryant y los Lakers de Los Angeles derrotaron Boston para su segundo título de Liga consecutivo.
A las muestras de indignación de los fanáticos de Cleveland, que quemaron públicamente en las calles camisetas y souvenirs de James, se sumaron las candentes declaraciones de Gilbert contra el jugador más valioso de la temporada 2009-2010 de la NBA.
"Ustedes simplemente no merecen este tipo de traición cobarde", dijo Gilbert en una carta a los aficionados de Cleveland.
Gilbert dijo que no podía creer que uno de los hijos nativos de Cleveland desprecie a su ciudad natal, y calificó como "una exhibición vergonzosa de egoísmo la traición de uno de nuestro propio equipo".
Hasta ahora, ni LeBron James, la NBA o el sindicato de jugadores se ha pronunciado sobre la agria reacción del propietario de los Cavaliers.
