Paul Pierce encestó 28 puntos, Rajon Rondo añadió 25 y Boston volvió a contener una arremetida del rival para vencer el martes 95-92 al Magic de Orlando. Los Celtics prácticamente dejaron sentenciada la final de la Conferencia del Este al ganar los dos primeros partidos como visitantes para ponerse arriba 2-0.
A pura fuerza, Boston tiene contra la pared a un equipo de Orlando que había ganado 14 partidos consecutivos antes de esta serie. Los Celtics limitaron al Magic a sólo 39% de efectividad.
Dwight Howard aportó 30 puntos, mientras que Vince Carter y J.J. Redick colaron 16 cada uno para Orlando, que logró remontar una desventaja de 11 unidades para sacar una transitoria ventaja en el período final. Pero Boston logró darle la vuelta.
Un desesperado intento de triple de Jameer Nelson ni siquiera tocó el aro al final.
El tercer partido será el sábado en Boston.
"Nuestros aficionados no nos permitirán relajarnos", afirmó Pierce. "Vamos a tratar de finiquitar todo en cuatro partidos".
Los Celtics se concentraron justo lo suficiente para contener al Magic en las postrimerías del partido.
Con una ventaja de 11 puntos justo al comienzo del último período, dicha concentración casi fue insuficiente.
El Magic, justo como le ocurrió en el primer encuentro, halló su ritmo ya tarde.
Se apuntó una seguidilla de 13-4 para reducir la ventaja de Boston a 85-83 con unos seis minutos por jugarse. Carter saltó para encestar con 4:05 en el reloj, dándole a Orlando una ligera ventaja de 90-89 con 3:35 restantes, pero luego los Celtics hicieron acopio de fuerza.
Kevin Garnett y Rondo metieron canastas consecutivas, y después de que Nelson anotara debajo del aro, Pierce respondió con dos tiros libres que pusieron a Boston adelante por diferencia de tres unidades.
Carter falló dos tiros libres con 31,9 segundos restantes en el partido, lo cual resultó costosísimo para Orlando. Por la mente de los aficionados del Magic debió haber pasado el recuerdo de las fallas de Howard desde la línea en el cuarto juego de la final de la NBA el año pasado, así como los cuatro tiros fallidos de Nick Anderson en el primer encuentro de la final de 1995.
Los Celtics, de los que algunos pensaban tenían un equipo demasiado veterano como para llevarse otro título, han vuelto a pisar firme. Tras eliminar a LeBron James y a sus Cavaliers de Cava
